viernes, 6 de junio de 2014

SISTEMAS CIENCIA, TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD

Pocos ámbitos tienen hoy en nuestro país una importancia comparable al de la ciencia. Debido a esto, será necesario apoyar la constitución, desarrollo y fortalecimiento de las iniciativas universitarias que, aunando esfuerzos entre universidades, fomenten la formación e investigación en el campo de la “ciencia, sociedad e innovación”.
            
En la actualidad, dos líneas de trabajo académico destacan especialmente en la reflexión sobre las relaciones entre desarrollo científico-tecnológico y desarrollo socio-económico: los estudios CTS y los estudios sobre innovación.
 
Por un lado, los estudios de "ciencia, tecnología y sociedad" (CTS) constituyen un campo de trabajo interdisciplinar centrado en el estudio las relaciones de la ciencia y la tecnología con su entorno social desde una óptica interdisciplinar, con el objetivo último de promover la sensibilización y participación pública en las políticas de ciencia y tecnología.
 
Por otro, los estudios sobre innovación se centran en el análisis de las condiciones institucionales y socioeconómicas que subyacen a los sistemas de innovación, con el objetivo de propiciar el desarrollo de éstos en el marco de las distintas realidades nacionales.
 
Se debe impulsar, por tanto, estas líneas de reflexión en el ámbito cultural, potenciando la ciencia y la tecnología en un contexto democrático de comunicación y participación ciudadana, y vinculando esa reflexión a las nuevas sensibilidades institucionales que tratan de entender el fenómeno científico-tecnológico en el contexto de sistemas nacionales de innovación. Uno de los principales retos académicos es el de conciliar una orientación de la ciencia y la tecnología hacia la innovación productiva con la preservación de la naturaleza y la satisfacción de las necesidades sociales.

jueves, 29 de mayo de 2014

SESGOS COGNITIVOS Y MÉTODO CIENTÍFICO

Los prejuicios cognitivos no son más que hipótesis, inducciones o construcciones mentales que han sido sesgadas positiva o negativamente por el cerebro. Asimismo, cuando se realizan afirmaciones o se argumentan y estos prejuicios cognitivos sales a la luz se convierten en falacias.

El prejuicio cognitivo o proceso mental con el que se sesgan las creencias no se puede eliminar ya que es un aspecto fisiológico intrínseco al ser humana y que además parece estar extendido evolutivamente ya que cumple su función en la asociación y reconocimiento de objetos cotidianos. Lo que es posible es compensar el sesgo o modificar las propias creencias mediante el método como mecanismo para descartar hipótesis que son falsas. De esta forma, el sesgo se situaría en dirección a hipótesis que son menos falsas que hasta nuevas revisiones en busca de factores desconocidos o nueva información.

La ciencia no pretende ser ni absoluta, ni autoritaria, ni dogmática; todo el conocimiento científico está sujeto a revisión, a estudio y a modificación.

Para no caer en el prejuicio cognitivo es necesario, por tanto, la experimentación. Después de llevar a cabo la experimentación se analizan los resultados y se llega a una conclusión. Si los resultados respaldan la hipótesis, ésta adquiere validez; si los resultados la refutan, ésta se descarta o se modifica presentando nuevas formas para refutarla.

El método científico está también afectado naturalmente por los prejuicios ya que los efectos asociativos de nuestra mente son los que permiten, al mismo tiempo, lanzar el mayor número de hipótesis. Sin embargo, el método, si está bien ejecutado en sus últimos y más importantes pasos, permite desecharlas. Por eso, en ciencia se usa la revisión por pares, a mayor número de revisiones menor probabilidad de sesgo o de falsa interpretación de los datos experimentales, con lo que el trabajo es considerado más riguroso o estable.

El problema con los prejuicios cognitivos es que normalmente se aplican a conceptos que cambian con regularidad quizás a una velocidad mayor de lo que es posible medirlo mediante pruebas o experimentación, además no son uniformes y poseen excepciones, estos prejuicios se basan por tanto en probabilidades y no en afirmaciones certeras. El método científico, por tanto, se convierte en el método maestro para probar hipótesis y desechar las falsas.

A esto se refería Einstein cuando dijo "No existe una cantidad suficiente de experimentos que muestren que estoy en lo correcto, pero un simple experimento puede probar que me equivoco"



miércoles, 21 de mayo de 2014

FRAUDE CIENTÍFICO

Uno de los casos de fraude científico más famosos de la historia es El Hombre de Piltdown. Este fraude duró 40 años sin identificarlo.

Se encontró un fósil en 1912 en Sussex, Gran Bretaña, que se identificó como el eslabón perdido de la especie humana. Se afirmó que tenía unos 500.000 años de antigüedad. Esto les proporcionaba a los investigadores ingleses un homínido propio y no uno cualquiera, la bóveda craneal era humana pero la mandíbula tenía aspectos simiescos.

Pero en 1953 unos investigadores del Museo Británico afirmaron que era falso, se dijo que la bóveda craneal era humana pero que no tenía más 50.000 años y que la mandíbula era de un orangután y había sido teñida para que encajasen los colores perfectamente.

No se sabe quien cometió el fraude pero fue en una época en la que había muchos científicos importantes en esta rama de la ciencia.
 

La historia de este engaño comenzó y se basó en unos restos óseos (en concreto un cráneo parcial, un diente suelto y una mandíbula con dientes) descubiertos en Inglaterra en 1912, en Piltdown, un pueblo de Sussex. Un obrero los encontró en una cantera, y se los entregó al arqueólogo aficionado Charles Dawson, que los presentó, junto con el eminente paleontólogo Smith Woodward (del Museo Británico), en la Sociedad Geológica de Londres.

Durante años se mantuvo el debate sobre el origen de estos restos, y la prensa dijo que muy probablemente correspondieran al eslabón perdido, denominándolo Eoanthropus dawsonii. Estos restos fueron aceptados por la comunidad científica sin mayores análisis, debido principalmente a que era perfecto e idéntico a la idea de aquella época sobre el eslabón perdido. La idea de esa época era que el eslabón tenía que haber tenido un gran cerebro pero igualmente presentar rasgos simiescos, y posteriormente haber evolucionado a una apariencia humana; idea contraria a la existente ahora y que presentan los fósiles verdaderos.No obstante, comenzaron a surgir cada vez más dudas sobre la antigüedad y el origen de esos restos.

Finalmente, el dentista A.T. Marston, determinó que los dientes de ese esqueleto correspondían evidentemente a un orangután, el diente suelto a un mono y el cráneo a un ser humano (Homo sapiens): a partir de entonces, los análisis del contenido en flúor de los huesos demostraron que el enterramiento había sido intrusivo, así como que el color ferruginoso oscuro de los huesos se debía a un tratamiento químico, para uniformar las diferencias de color entre la mandíbula (más moderna) y el cráneo (más antiguo).

Nadie sabe quién cometió el fraude, y algunos lo atribuyen a los descubridores originales, señalando sobre todo a Dawson, motivado por el hecho de que en las islas británicas no había sido descubierto ningún fósil humano, mientras que en el resto de Europa y fundamentalmente en África sí. Sin embargo, el profesor Douglas dejó a su muerte una cinta magnética en la que señalaba que el autor de la falsificación fue el archifamoso profesor Sollas, que pretendía con ello desprestigiar a su rival Woodward.

A pesar del fraude, se ha erigido, por suscripción popular, en el lugar donde se descubrieron los huesos, un monumento honorífico a estos restos: el propio Woodward asistió a la inauguración.
 

martes, 6 de mayo de 2014

¿SE DEBEN PUBLICAR LOS RESULTADOS NEGATIVOS?

A todo el mundo le gusta obtener resultados positivos, pero la realidad es que estos son la minoría, especialmente cuando se habla sobre investigación.

Muchas de las revistas científicas solo publican los resultados positivos, es decir, aquellos que confirman la hipótesis de partida. Otras, como The All Results Journals, en cambio, se centran sólo en los resultados negativos o “secundarios”: documentación experimental de una hipótesis que resultan no ser verdad, u otros experimentos que no afirman una hipótesis específica pero que son, sin embargo, una representación verdadera de ese experimento.
Hay una enorme fuente de datos experimentales bloqueada en los cuadernos de investigaciones que podrían estar al servicio a la comunidad científica, debido a que muchos experimentos no producen los resultados o los descubrimientos esperados.
Este alto porcentaje de investigación ‘fracasada’  genera una información de alta calidad, ya que estos resultados negativos, pueden conducir a nuestro siguiente paso en la investigación, pero es poco probable que sean publicados. Dar a conocer estos resultados mejoraría nuestra sociedad científica de buena manera.
Además la no publicación de resultados negativos puede originar un sesgo de publicación positiva. Una de las soluciones propuestas para evitar este sesgo, es el preregistro de experimentos: la conveniencia (eventual obligatoriedad) de que los experimentos que se vayan a realizar hayan de ser registrados con anterioridad (en algún tipo de repositorio abierto), de forma que ocurra lo que ocurra con el experimento se disponga de la información pertinente.
Por todo ello, se deben publicar los resultados negativos, ya que deben hacerse accesibles esos experimentos al resto de la comunidad, pudiendo evitar pérdidas de tiempo y dinero del resto de la comunidad científica y favoreciendo un avance científico mucho más rápido.

viernes, 18 de abril de 2014

ANÁLISIS DE ARTÍCULOS- AUTORÍA Y AGRADECIMIENTOS

¿QUIÉN DEBE ESTAR REALMENTE COMO AUTOR?

Autor debe ser cualquier persona que haya participado en grado suficiente, en casi todas las fases del estudio.

Quienes no cumplen los requisitos necesarios para ser considerados autores, puede que sí puedan ser calificados como colaboradores. Se consideran colaboradores a aquellas personas que han contribuido en alguna fase del estudio, como por ejemplo en la obtención de datos, el tratamiento estadístico, el acceso al campo, en la financiación del estudio,... Aunque en ocasiones, por amistad o por relación laboral nos sintamos obligados a considerar la posibilidad de nombrar a ciertas personas como autores, lo justo es que estas personas sean incluidas en el apartado "Agradecimientos" o en una "nota a pie de página".

En cuanto al número de autores, se recomienda que no sean más de seis, puesto que algunas revistas establecen como máximo esta cantidad de autores y, si el artículo sobrepasa el número de autores permitido, no será publicado. Además, en la redacción de referencias bibliográficas con el formato Vancouver, el último autor que aparece en la referencia es el que ocupa el sexto lugar. A partir del sexto autor, mediante la expresión "et al.", se indica que hay más autores, pero estos ya no aparecen en la referencia.

En cuanto al orden de citación de los autores, dicho orden debería reflejar la magnitud e importancia de la contribución que cada autor haya tenido en el estudio. La tendencia actual es que el primer puesto se le concede al autor principal pero, ¿Cómo sabemos quien es?

Si se trata de un estudio financiado, el primer autor deberá ser el investigador principal; si no es el caso, debería ser aquel que haya hecho la contribución más importante al estudio, es decir quien introduce, en algún momento de estudio, elementos que lo convierte en novedoso. Si esto no ha ocurrido, si todos los participantes han contribuido de igual manera, el autor principal debería ser aquel que el grupo designe como el más adecuado para defender públicamente los resultados del estudio, y el resto de autores aparecerán por orden alfabético de apellido. En cualquier caso solo deben nombrarse aquellos profesionales que reúnan los requisitos necesarios para ser considerados autores.


AGRADECIMIENTOS

En este apartado se agradece la colaboración de personas que han participado en algún momento del estudio, ayudando a los investigadores.

Las formas de colaboración más frecuentes son:
  • Colaboración científica: cuando los colaboradores han participado en el diseño del estudio.
  • Colaboración técnica: cuando las personas que han colaborado lo han hecho proporcionando ayuda material y/o técnica al estudio, como por ejemplo: en el momento de confeccionar la encuesta, o en la tabulación o análisis de los datos, etc.
También deberían aparecer en este apartado aquellas personas o instituciones que hayan contribuido a financiar parcial o totalmente el estudio. En estos casos, es especialmente importante señalar la no existencia de conflicto de intereses económicos, académicos o profesionales.

Sin embargo, este apartado no es de obligado cumplimiento. No nos debemos sentir coaccionados para poner un sinfín de nombres. Este apartado ha de ser redactado como una muestra de afecto o de norma de cortesía a quien haya aportado algo. En todo caso deben ser unos párrafos personales entre el autor y sus colaboradores y su redacción, por tanto, ha de ser personal, sencilla y breve, evitando el uso de palabras innecesarias.


ELECCIÓN DE LA FIRMA COMO INVESTIGADOR

Se trata de un aspecto muy importante. Tras la publicación de mi primer artículo, decidí que mi nombre artístico incluiría tanto mis dos apellidos como mis dos nombres, ya que de esta manera facilitaría su búsqueda.



¡FELICES VACACIONES!








martes, 8 de abril de 2014

ANALIZANDO LOS DOCUMENTOS CIENTÍFICOS - REFERENCIAS Y GRÁFICAS

Esta semana, el objetivo del trabajo consiste en el estudio de las referencias y las gráficas de los estudios científicos, por tratarse de dos elementos específicos de este tipo de documentos.

Para ello, he seleccionado un artículo mío que ha salido publicado este mes en la revista Metas de Enfermería, y que trata sobre una "Revisión de la efectividad del ejercicio acuático durante el embarazo".

La referencia correspondiente a dicho artículo es la siguiente: Iglesias Constante SM. Revisión de la efectividad del ejercicio acuático durante el embarazo. Metas Enferm abr 2014; 17 (3): 64-68.

Y en enlace: http://www.enfermeria21.com/revistas/metas/articulo/80572/

En relación con las referencias bibliográficas, el artículo consta de 4 páginas y tiene 28 referencias bibliográficas. En el cuerpo del artículo, las referencias bibliográficas se distribuyen uniformemente en la introducción (9 referencias), metodología (4 referencias) y resultados (15 referencias). La discusión y conclusiones no incluyen referencias, aunque en estos apartados también son comunes encontrarlas en general. En este estudio, al tratarse de una revisión sistemática, las referencias se localizan principalmente en el apartado de resultados, incluyéndose las referencias de los artículos incluidos en el estudio. En la discusión y conclusiones de este estudio no se incluyen referencias ya que se habla sobre la revisión en sí, no encontrándose otra revisión de tales características hasta la fecha, y por lo tanto siendo un estudio novedoso sobre el tema.

Respecto a las gráficas, he encontrado estas que aparecen como ejemplos otros años, y puesto que es un tema que todavía desconozco, me ha parecido interesante el comentarlas aquí:

Esta primera es un ejemplo de buena gráfica por la multitud de información que se puede obtener de ella:

Eje X: Income per capita in international dollars
Eje Y: Life expectancy, years
Tamaño de burbuja: Población
Color de burbuja: Continente
Burbuja Individual: País
Evolución temporal: Evolución temporal




En cambio esta segunda se trataría de una mala gráfica ya que utiliza un fondo gris, líneas y unidades no adecuadas en el eje Y. Además el autor no comenta la discontinuidad en 2003.



¡Hasta la semana que viene!




  

martes, 1 de abril de 2014

CONTINUAMOS CON LA DOCUMENTACIÓN

Las Bases de Datos Bibliográficas son conjuntos de referencias bibliográficas de publicaciones sobre una materia o disciplina concreta, almacenadas informáticamente y que pueden ser recuperadas interactivamente gracias a un lenguaje de consulta. Las revistas son la principal vía de publicación y transmisión de la investigación y el conocimiento científico desde hace más de tres siglos. Su periodicidad temporal (semanal, mensual, bimestral, etc.) y su agilidad informativa para recoger los resultados de los últimos estudios, las convierten en una herramienta de actualización de conocimientos más adecuada que los libros de texto, ya que estos requieren largos periodos de tiempo para su elaboración y actualización.

En la actualidad existen más de 22.000 revistas relacionadas con las ciencias de la salud que publican más de 2.000.000 de artículos al año, por eso es necesario contar con estrategias que nos permitan discriminar artículos e identificar los que nos interesen

Algunos de los principales recursos relacionados con las ciencias de la salud,  a los que podemos acceder en Internet de manera gratuita desde cualquier ordenador ubicado en España son: Google Schoolar o Académico, PubMed, CUIDEN, Cochrane Library Plus, LILACS, SciELO, Joanna Briggs Institute, Pubgle, Guía Salud,... No obstante, para realizar una buena búsqueda bibliográfica es preciso acceder a otras bases de datos que no están en acceso abierto, y a las que podremos entrar desde las bibliotecas de los hospitales o las universidades.

Por otro lado, en alguna ocasión si que he utilizado el servicio de creación de alertas, siendo muy útil su función.

Finalmente desconozco el mundo de los Web feeds, solamente me suena el icono de RSS. Es una asignatura pendiente que tengo, por lo que espero ponerme con ello pronto, ya que puede tratarse de otra herramienta importante.